Los otros soldados, los olvidados


Cadáver del exgeneral Prats asesinado, junto a su esposa, por sus exsubordinados militares de la DINA.


En Chile una columna de 2004 sigue vigente. Mantenemos las deudas con las víctimas, civiles y uniformadas... y mantienen su deuda con la justicia la mayoría de las y los victimarios.


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El último 30 de septiembre el Ejército de Chile rindió homenaje oficial al General Carlos Prats González. Tuvieron que pasar treinta años para ello, por una razón bastante obvia: fue asesinado por la DINA, organismo que dependía directamente de Augusto Pinochet. Los antaño subordinados de Prats, planearon y ejecutaron el asesinato de quien fuera su superior, su "camarada de armas", de un miembro de la "familia militar" (matando también a su esposa). El olvido posterior en que el Ejército lo tuvo, no hacía más que resaltar su culpa. Al tiempo que, como otros tantos hechos, esa actitud hizo coherente que lamentablemente se hable con propiedad de un "gobierno militar" y no de "la dictadura de Pinochet".

Más, el 30 de septiembre el General Cheyre eludió el delicado asunto de quién ordenó matar a Prats y organizó el crimen. Dejando la duda si sus palabras conciliadoras y de homenaje responden a un sentimiento verdadero, pero con una insuficiente autocrítica institucional; o, a una limpieza de imagen que al tiempo deje tranquilos a sectores "duros" del Ejército activos o en retiro (con lo inapropiado y peligroso que sería que un Comandante en Jefe tuviera que hacerlo). De esa forma, respecto al bombazo que quitó la vida lo denominó un "irracional asesinato" y declaró: "El Ejército de Chile rechaza una vez más [¡sic!] la sevicia de los autores de este vil crimen, cuyo ejecutante material y confeso goza de libertad al amparo de una ley extranjera".

Ese "ejecutante material" es Michael Townley, quien actuó en tanto miembro de la DINA, es decir, como agente del Estado de Chile. Por lo que sólo fue el último eslabón de una cadena, la cual sube por otros militares implicados (algunos altos ex oficiales ya declarados reos en Chile) hasta el jefe de dicha organización criminal: Augusto Pinochet. El silencio de Cheyre respecto a esto respondería, siguiendo sus dichos, a su explícito rechazo a "transformar (...) en villanos a los que hasta hace poco cumplimentábamos". No obstante, ¿es posible mantener tal actitud y hacerla pasar por legítima cuando esos cumplidos eran para asesinos comprobados? O sea, ¿su villanía sería supuesta al radicar en meras opiniones tendenciosas? Las miles de fojas de cuantiosos juicios testimonian por sí solas.

En su alocución el actual Comandante en Jefe del Ejército también habló de "cientos de chilenos y chilenas, civiles y militares caídos" fruto de la "irracionalidad" de un período. Pocos podrían hoy no estar de acuerdo en la crisis vivida. Sin embargo, el culpar a una época tiene el problema moral de exculpar a los hechores de crímenes atroces, horribles en sí mismos, en su sistematicidad y ensañamiento. No estamos hablando de cualquier falta, ni de esa falacia de los "excesos" esporádicos de mandos medios. Hablamos de crímenes de lesa humanidad organizados y ejecutados desde el Estado. Tan terribles que no hace falta tener un posgrado en derechos humanos para rechazarlos. Basta la más mínima humanidad para sostener que nadie, piense como piense o haga lo que haga (hasta los mismos torturadores y asesinos de la dictadura), merece ser tratado así.

Uno de esos "militares caídos" es recordado hoy en el Parque por la Paz Villa Grimaldi. Es en ese sitio y no en algún lugar relacionado al Ejército, porque no perdió la vida defendiendo el gobierno de Pinochet. Por el contrario, fue muerto por sus "camaradas de armas". Se trata de otro miembro de la "familia militar": el Cabo Segundo Carlos Alberto Carrasco Matus. Como tantos otros jóvenes, por simplemente estar cumpliendo su servicio militar en 1973, se vio atrapado por las circunstancias y fue obligado a ser partícipe de delitos.

Carlos Carrasco fue destinado a la DINA y ejerció funciones de guardia en Villa Grimaldi. Dentro de la más extrema y casi inimaginable maldad que se vivía a diario en dicho lugar, él se mostró humanitario con los "prisioneros". Testimonios indican que al ser sorprendido (¿se puede a alguien sorprender por estar cometiendo un acto humanitario?) el coronel Marcelo Moren Brito ordenó que, en presencia del resto de los guardias, se le golpeara con cadenas hasta morir. La sádica y brutal lección para esos espectadores, obligados a participar en el asesinato, era que no se aceptarían "traidores".

El Parque por la Paz Villa Grimaldi, con sus hermosos jardines, es en cierta medida una forma de recordar a la vez que de intentar superar tanta maldad. Cuando lo visité, una sobreviviente de ese horror fue narrando parte de lo que les ocurrió a las cuatro mil quinientas personas que estuvieron allí secuestradas entre 1973 y 1979 (226 de ellas desaparecidas o ejecutadas). Cuatro mil quinientas en la más atroz indefensión ante la cotidiana rutina de vejaciones, arbitrariedades y tormentos, ante la muerte. Cuatro mil quinientas a las que nunca se les formularon oficialmente cargos. En ese relato que se va haciendo en los lugares respectivos del Parque, se pueden llegar a palpar esas abstracciones jurídicas denominadas "secuestro", "apremios ilegítimos" u "homicidio".

Esos hechos nos recuerdan que el mal existe. No la mera denominación legal, ni ese de nuestras miserias y mezquindades diarias. Sino el con mayúscula, el casi inimaginable. Por eso, me parece que Carlos Carrasco es una muestra real de que hasta en las peores condiciones, en las más difíciles, viles y perversas, la bondad humana puede manifestarse. Aunque incluso llegue a costar la vida por una espantosa muerte. Por eso, tal vez el mejor lugar para recordar a Carrasco y su ejemplo sea justamente la Villa Grimaldi.

Carlos Prats González, con su alta investidura, procuró (mal o bien) contribuir a encontrar una salida pacífica para el país. Carlos Alberto Carrasco Matus, un suboficial convertido en carcelero, trató de paliar con pequeños pero inmensos gestos el sufrimiento de otros seres humanos. Dijo Cheyre en el homenaje al primero refiriéndose a su asesinato y al de su esposa: "nada puede justificar este horrendo crimen (...) sólo una mente turbada pudo concebir que al quitarles la vida los privaría a ambos de sobrevivir a la muerte en el pensamiento de los hombres y sus conciudadanos". ¿Se referirá así un día algún Comandante en Jefe del Ejército para expresar su homenaje a Carlos Alberto Carrasco Matus y a los otros militares muertos por sus propios compañeros de armas?

Por ahora, esa deuda sigue pendiente para con los otros soldados, los olvidados. Esos que tuvieron que callar y actuar contra sus convicciones para salvar su vida, los que perdieron su trabajo, los que sufrieron cárcel, los que fueron asesinados.



* El discurso del General Cheyre se puede encontrar en: www.ejercito.cl. Información sobre Villa Grimaldi en: https://villagrimaldi.cl/.

* Publicada en El Mostrador, 08.10.04.

¿Funcionan los mercados como dicen los manuales de economía?


"La parábola de los ciegos" de Peter Bruehel, basada en una parábola bíblica que busca graficar las desgracias que se pueden esperar cuando un ciego guía a otro ciego... como cuando nos guiamos por los supuestos de la ortodoxia económica.


15 cosas que los mercados deben enfrentar para trabajar como los libros de texto dicen que lo hacen


Es necesario tener en cuenta estas maldiciones de “economía pura” si queremos crear una economía saludable.


John Komlos

Los mercados no funcionan como dicen los libros de texto de economía. Si bien creo en el poder de los mercados para cultivar el bien social, tienen muchas limitaciones naturales que cualquier enfoque científico creíble debe reconocer para que las políticas públicas sean efectivas. Aquí se enumeran quince maldiciones, sí, las llamo maldiciones, que los mercados deben enfrentar para que funcionen como dicen los libros de texto.

Maldición 1: La información incompleta o asimétrica plantea un gran obstáculo para el funcionamiento eficiente de los mercados. En realidad, hace que la eficiencia rara vez sea alcanzable. La adquisición de información es costosa y se distribuye de manera desigual y, por lo tanto, no todos tienen acceso a la misma información, dada la distribución desigual de la riqueza.

Maldición 2: El comportamiento oportunista se refiere al problema de que los mercados libres abren innumerables posibilidades para que las personas aprovechen las situaciones de una manera inmoral, sin principios, astuta, astuta o engañosa o con astucia.

Maldición 3: El supuesto de racionalidad no es un “punto de partida” [“no starter” en el original], según el psicólogo ganador del Premio Nobel Daniel Kahneman. De hecho, ningún psicólogo hoy estaría de acuerdo en que los humanos son tan racionales como insisten los economistas de sillón.

Maldición 4: La dotación cognitiva de las personas que participan en el mercado es bastante heterogénea. Esto plantea un desafío independiente para la economía estándar en la medida en que los libros de texto suponen tácitamente que las personas que participan en el mercado son homogéneas, es decir, todos son igualmente capaces de resolver los complejos problemas económicos planteados por el sistema global actual.

Maldición 5: Los niños son completamente ignorados en la mayoría de la economía. Quizás los economistas necesitan que se les recuerde que no nacemos como adultos y que no ingresamos a la economía con gustos completamente desarrollados como adultos.

Maldición 6: La inconsistencia temporal se refiere al grave problema de que nuestras acciones de hoy continúan teniendo consecuencias en el futuro, y en el futuro bien podríamos lamentar las acciones que tomamos en el pasado. En resumen, podríamos cambiar de opinión.

Maldición 7: La sociedad no existe en la economía de pizarra, solo las personas que apenas interactúan entre sí. En otras palabras, los economistas descuidan completamente las disciplinas de la sociología y la psicología social.

Maldición 8: Los desequilibrios de poder también son descuidados por la economía convencional, a pesar de que son enormemente importantes, porque sesgan las políticas económicas a favor de los ricos y conducen a desequilibrios de poder político que promueven los privilegios de la élite y al mismo tiempo amenazan los ideales básicos de la democracia.

Maldición 9: La incertidumbre es un desafío formidable para los mercados. El cerebro humano tiene grandes dificultades para procesar información con incertidumbre que involucra el cálculo de probabilidades. La crisis de las hipotecas de alto riesgo demostró cuánto saqueo puede resultar cuando las personas no entienden el riesgo, lo valoran mal y no lo evalúan adecuadamente.

Maldición 10: Los mercados financieros son inherentemente inestables debido a la banca fraccional y porque sus activos son a largo plazo, mientras que sus pasivos son a corto plazo. Como hemos visto cientos de veces desde la Revolución Industrial, y más vívidamente en 2008, los mercados financieros, como invención humana, pueden volverse locos.

Maldición 11: Los costos de transacción perjudican el bienestar y obstaculizan la eficiencia, porque consumen recursos pero no aumentan el bienestar. Sin embargo, no se mencionan en los libros de texto sobre los principios de la economía. Hay costos de búsqueda, información, vigilancia y aplicación.

Maldición 12: El tiempo y el espacio no están firmemente integrados en el pensamiento dominante. Esta es una deficiencia conceptual grave porque ambas variables son esenciales para comprender por qué los mercados son generalmente ineficientes.

Maldición 13: Los mercados inexistentes plantean un serio desafío para nuestro bienestar y el bienestar de las generaciones futuras. Los mercados, por sí mismos, producen demasiada contaminación porque nadie posee la atmósfera. En consecuencia, la contaminación se ha convertido en nuestro mayor desafío global.

Maldición 14: Establecer límites y estándares es extremadamente difícil para los mercados descentralizados. La incapacidad del mercado para establecer límites nos da demasiados estándares incompatibles diferentes y demasiada desigualdad.

Maldición 15: La seguridad no es facilitada por los mercados en la medida en que es un atributo intangible difícil de determinar y existe un sesgo psicológico hacia el presente por parte tanto de los productores como de los consumidores.

Por supuesto, hay muchos economistas en ejercicio que no están de acuerdo con la idea principal de la visión general de su disciplina e incluso reprenden a sus colegas por no cuestionar sus suposiciones más en serio. Sin duda, las conclusiones a las que se llega por deducción de los supuestos practicados por la corriente principal son lógicamente válidas en la pizarra, pero a menudo resultan tóxicas a nivel de la calle.

Es necesario tener en cuenta estas maldiciones de “economía pura” si queremos crear sistemas de mercado que funcionen de manera saludable y productiva, al mismo tiempo que promueven el bienestar social de las personas y el planeta.


 
* Publicado en Evonomics. The next evolution of economics, 01.11.15. John Komlos es profesor emérito de Economía e Historia económica en la Universidad de Munich; ha enseñado en otras instituciones como Harvard, Duke y la Universidad de Viena.


Tomás Moro está vivo... y vive en Chile




Las élites y los economistas "científicos", los ardorosos defensores neutrales y objetivos de aquellos, ponen el grito en el cielo por lo obvio. Rechazan de plano cualquier posible medida que desahogue a las capas medias y pobres o signifique disminuir las ganancias, ¡para nada menores!, de los sectores más acomodados.

Sin embargo, que ello no nos llame a engaño. No es que las élites sean mala gente... El punto es que, muy por el contrario, son tan, pero tan buenas personas, que tienen plena consciencia de que eso perjudicaría a los demás. Por su parte, los economistas lo han demostrado técnicamente.

Tomás Moro sabía ya en el siglo XVI del singular altruismo de la élite. Y hoy en Chile cuando se habla de impuesto a los súper ricos por la crisis de la pandemia y estamos ad portas del cambio de la Constitución que debería replantear las obligaciones fiscales de la ciudadanía y otras cuestiones económicas... bien vale la pena recordar a Moro.


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Esa élite acomodada y sus cortesanos tecnócratas, predican las terribles consecuencias generales que supondría intervenir su autonomía. Según alegan, no hay nada peor para cualquier sociedad que negarles a los ricos esos privilegios e impedirles acceder a más riqueza. Esos embustes transformados en una insostenible lógica argumentativa, han marcado la tendencia de la acción política liberal moderna y neoliberal actual. Pero, aún teniendo presente su absurdo y su evidente parcialidad, han logrado convencer a una gran cantidad de personas de algo que va hasta contra el sentido común (de hecho, un sentido tan caro a la Ilustración). Para citar un típico ejemplo de esas "argucias", desde la comodidad que les permiten sus altos ingresos, los economistas ortodoxos afirman junto a los grandes empresarios, lo conveniente que sería para todos no subir y hasta rebajar los salarios de los trabajadores. En relación a este atentado para la supervivencia de la mayoría de la humanidad, las propias teorías ecológico-deterministas o naturalistas en Antropología señalan: "algunos aspectos de lo que llamamos progreso o avance evolutivo son, de hecho, patológicos o desadaptativos". Pueden llegar a buscar "la preservación de instituciones particulares políticas, sociales o económicas, tal vez a expensas de los sistemas vivientes" (Rappaport 1993: 288).

La recurrente y corrupta connivencia actual entre lo productivo-comercial y la política, puede ser acertadamente descrita con las palabras Tomás Moro:
"...un conglomerado de gentes ricas que a la sombra y en nombre de la República, sólo se ocupan de su propio bienestar, discurriendo toda clase de procedimientos y argucias, tanto para seguir, sin temor a perderlo, en posesión de lo que adquirieron por malas artes, como para beneficiarse, al menor costo posible, del trabajo y esfuerzo de los pobres y abusar de ellos. Y así que consiguen que sus maquinaciones se manden observar en nombre de todos y, por tanto, en el de los pobres también, ya las ven convertidas en leyes"


* Texto extraído de:

Judíos antisionistas y "antisemitismo"




No es una novedad el uso y abuso de la acusación de "antisemita" por parte del Estado Judío de Israel y del sionismo de la diáspora. Cualquier crítica a las políticas de dicho Estado e incluso a sus flagrantes y cuantiosos crímenes y violaciones del Derecho Internacional y los DDHH en general, da pie a esa injuria.

A nadie con dos dedos de frente se le ocurriría acusar a un crítico de las políticas de la Alemania nazi o de la Unión Soviética stalinista de antigermano o antiluterano ni de antieslavo o antiortodoxia rusa respectivamente. Sin embargo, en el caso de Israel esa mentira aún consigue su objetivo.

Y ni hablar que si de antisemitismo se trata, son los israelíes quienes humillan, secuestran, torturan, asesinan y roban las tierras de los palestinos, los verdaderos semitas de Palestina. Los judíos que ocupan hoy la tierra que su dios supuestamente les regaló son, en general, europeos... que volvieron después de 2 mil años. Sin comentarios

Afortunadamente, dentro del propio Israel y entre los judíos ciudadanos de otras naciones, hay judíos antisionistas. Postura que sostienen desde su ideología laica de rechazo al colonialismo y respeto a los DDHH, como asimismo desde la propia religión judía.[1]


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1.- La Red Internacional Judía Antisionista (IJAN, por sus siglas en inglés) repudia y rechaza la nueva definición de “antisemitismo” promovida por la Alianza Internacional de Rememoración del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), por considerarla un instrumento subsidiario del movimiento sionista y el Estado de Israel, destinado a:
a. Reforzar el conjunto de mitos y operaciones ideológicas construidas para justificar su proyecto exclusivista.
b. Acallar cualquier crítica hacia el sionismo y el Estado de Israel.

2.- La definición de IHRA tiene como principal objetivo establecer una relación de sinonimia entre antisionismo y antisemitismo.
Es una operación política y semiológica que busca confundir a la opinión pública, y opacar el fundamento político de las críticas al sionismo y al Estado de Israel.

3.- Desde IJAN sostenemos que el sionismo no es representativo de todos/as los/las judíos/as y que de ninguna manera pueden equipararse las críticas al Estado de Israel y al sionismo con el llamado “antisemitismo”.

4.- ¿Qué es el sionismo y cuáles son los cuestionamientos que le caben?
a. Es un movimiento, una ideología y un proyecto nacidos hacia fines del siglo XIX, en el contexto del auge y bajo influencia de la judeofobia europea. Por ende, no es parte constitutiva del judaísmo.
b. Representa un proyecto de colonialismo de asentamiento, el cual ha conquistado paulatinamente y colonizado Palestina, llevando a cabo una limpieza étnica que aún hoy continúa.
c. Es un proyecto exclusivista/racista, ligado al imperialismo y anclado en el prejuicio orientalista respecto a los palestinos y los árabes en general. Practica y promueve la islamofobia. Cuenta también con el apoyo solidario de millones de adeptos al sionismo cristiano, organizaciones fundamentalistas y de ultraderecha.
d. Se erige como un nacionalismo tribal/etnoreligioso, que pretende:
- Convertir a los judíos, un colectivo cultural lingüística e históricamente diverso, en una entidad nacional y homogénea encolumnada detrás de un proyecto de conquista y colonización. 
- Reunir a todos/as los/as judíos/as del mundo con el objeto de crear una comunidad (una nación) en un nuevo Estado en el Oriente Árabe en tierra del pueblo palestino originario, alegando supuestos “derechos históricos”.
- Movilizar a las comunidades judías como apoyo a su proyecto y a las políticas del Estado de Israel.
e. Niega y repudia las otras judeidades: las identidades no nacionalistas, la identidad cultural yiddish y, sobre todo, las judeidades no europeas (judeoárabe, judeopersa, etc.)
f. Construye un régimen de apartheid, que niega (con distinto grado) los derechos civiles y políticos de las/los palestinas/os que hoy viven en el Estado de Israel y de aquellas/os que viven en Gaza y Cisjordania ocupadas. Y que niega, además, el derecho al retorno de los millones de palestinas/os diaspóricas/os refugiadas/os en todo el mundo.
g. Violatorio de los DDHH.
h. Ha sido y es actualmente aliado y colaborador (especialmente en los ámbitos de seguridad y militar) de regímenes autoritarios y anti-populares. 

5.- ¿Qué es el antisionismo?
a. El antisionismo es un movimiento amplio, que en su interior alberga sensibilidades diversas: religiosa, laica, marxista, liberal, anticolonial. 
b. La orientación política laica y progresista que enarbolamos desde IJAN:
Orientada por la lógica de los DDHH y el internacionalismo. Repudia la judeofobia y cualquier otra forma de discriminación (islamofobia, gitanofobia, negrofobia, etc.). Cuestiona el fundamento ideológico del movimiento sionista y el Estado de Israel, como un proyecto racista, exclusivista, de conquista y colonización de Palestina, que ilegítimamente argumenta realizarse en nombre de todos/as los/as judíos/as.

6.- ¿Cuáles son los ítems/argumentos de IHRA para acallar las críticas al sionismo, y por qué no corresponden?

Según la definición de IHRA, son actos de antisemitismo:
a. Acusar a los ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países.
b. Considerar a los judíos responsables de las actuaciones del Estado de Israel.

IJAN: La prioridad de la identidad judía, considerada identidad nacional por sobre cualquier otra forma de agrupamiento social o colectivo, constituye un elemento central de la ideología sionista. Su criatura, el Estado de Israel, se arroga la representación de todas/os las/os judías/os del mundo, considerándolos/as como parte de su población real o potencial.

c. Denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista.

IJAN: Consideramos que el movimiento sionista no es un movimiento de liberación ni es nacional. No reconocemos a las/os judías/os de todo el mundo como un colectivo nacional. El derecho a la autodeterminación surge y se aplica a los pueblos oprimidos por el colonialismo, que no es el caso del judaísmo. Incluso si los/as judías/os lo fueran, su derecho a la autodeterminación no podría ejercerse en ningún caso en perjuicio de otro pueblo, violando el Derecho Internacional. Sostenemos que el movimiento sionista y el Estado de Israel están fundados sobre el pilar del racismo, la discriminación y el exclusivismo judío.
Sostenemos que un Estado como institución no puede nunca ser objeto de discriminación, pero sí de crítica o repudio.

7.- Por último: la declaración de IHRA atenta contra la libertad de expresión de quienes cuestionan al sionismo y al Estado de Israel.


Nota:

[1] Entre el diverso material a cual se puede acceder, ver por ejemplo estos videos: Nacidos para ser héroes e Israel vs Israel.

Darwin, un reverendo racista del siglo XIX




El naturalista y clérigo Charles Darwin (1809-1882), como buen inglés, era parte de la ideología racista europea ya totalmente naturalizada para el siglo XIX. Además, esa centuria fue la época de oro del imperialismo británico. Así, dicha ideología sirvió para justificar, incluso por medio de la "ciencia", la conquista y dominación colonial de las "razas" inferiores.

Puntualmente, en el caso del naturalista, para defender su teoría evolucionista argumenta que... ¡es mejor descender de animales que de "salvajes"!... Esos de piel oscura con costumbres primitivas y depravadas. Esto lo señala en su The descent of man, and selection in relation to sex (1871):
"La principal conclusión a la que se llega en este trabajo, es decir, que el hombre desciende de alguna forma orgánica inferior, resultará, lamento pensarlo, bastante desagradable para muchas personas. Sin embargo, apenas puede haber una duda de que descendemos de salvajes [...] Aquel que haya visto a un salvaje en su tierra nativa no sentirá demasiada vergüenza si tiene que reconocer que en sus venas corre sangre de alguna criatura más humilde. Por lo que a mí respecta, aceptaría de mejor gana descender de aquel heroico monito que encaraba a su terrible enemigo para salvar la vida de su cuidador; o de aquel otro viejo babuino que, bajando desde las montañas, liberó triunfantemente a su joven camarada de una jauría de perros, dejándoles estupefactos —antes que de un salvaje que se deleita en torturar a sus enemigos, ofrece sacrificios sangrientos, practica el infanticidio sin remordimiento, trata a sus mujeres como esclavas, no conoce la decencia, y se obsesiona con las más groseras supersticiones"
Ese mismo espíritu racista se deja ver en su opinión de los yámanas, un pueblo indígena que viviera en los canales australes de Chile:
"...[son] los hombres más desgraciados del mundo... [a causa] de la perfecta igualdad que reina entre los individuos... Si se le da a uno de ellos una pieza de tela, la desgarra en pedazos y cada cual tiene su parte. Nadie puede ser más rico que su vecino... Parece imposible que el estado político de Tierra del Fuego pueda mejorar en tanto no surja un jefe... Por otro lado, es difícil que surja un jefe mientras todos esos pueblos no adquieran la idea de propiedad, que les permitiría manifestar superioridad y acrecentar poder..."
Volviendo a su The descent of man, Darwin continúa afirmando la inferioridad de los "salvajes". Como bien expone Juan Sánchez, más allá de la decisiva relevancia que "otorgaba a la influencia del medio y a la herencia de los caracteres adquiridos en la evolución de nuestra especie, tan sólo la selección natural, basada en la libre competición por los medios de subsistencia, podía explicar para el sabio inglés la enorme superioridad evolutiva del hombre civilizado sobre los nativos, últimos representantes humanos del estado primigenio de barbarie". Dice Darwin en el citado texto:
"Si no hubiera estado sujeto a la selección natural, con toda seguridad el hombre nunca hubiera alcanzado el rango de la humanidad. Cuando vemos en muchas regiones del mundo, enormes extensiones de la tierra más fértil pobladas por unos pocos salvajes errabundos, aún así capaces de mantener numerosos y felices hogares, puede argumentarse que la lucha por la existencia no ha sido suficientemente severa para forzar al hombre a ascender hasta su más elevado estándar"
Para evidenciar las ideas racistas de Darwin y lo obvias que eran para sus contemporáneos, se puede recurrir la antropóloga francesa Clémence Royer (1830-1902). Ella, quien fue la primera mujer en ser admitida en la Societé d’Anthropologie de París, tradujo El origen de las especies al francés en 1862. Royer, una defensora de la igualdad entre mujeres y hombres, era una racista-biológica que se apoyaba en las ideas del naturalista inglés y daba cuenta del sentido de las ideas de Darwin en el "Prólogo" de su traducción:
"Al darnos algunas nociones claras acerca de nuestro verdadero origen, ¿no es verdad que la teoría de Darwin constituye un desafío para muchas doctrinas filosóficas, morales y religiosas, y muchos sistemas políticos utópicos, generosos pero ciertamente falsos constructos dirigidos a lograr una imposible, dañina y poco natural igualdad entre todos los seres humanos? Nada es más obvio que las desigualdades que existen entre las distintas razas humanas; nada es más evidente que las agudas desigualdades entre individuos de la misma raza"
Sobre esa diferencia entre individuos y, por supuesto, entre "razas" el clérigo y naturalista inglés no tenía duda alguna. Al punto que, según él, esa evidente cuestión no necesitaba mayores explicaciones, tal como lo afirma en su The descent of man:
"...la diversidad de las facultades mentales entre los hombres de una misma raza, por no hablar de las diferencias aún mayores que se encuentran entre las distintas razas, es tan grande que no se necesita decir ni una palabra al respecto"
Así las cosas, que Darwin se opusiera a la institución de la esclavitud, como otros "científicos" progresistas contemporáneos suyos, no niega su manifiesto racismo. Apoyado en una muy singular "ciencia" y en un lenguaje "científico", develó la que para él era la inexorable y empíricamente demostrable desigualdad racial que surgía de la propia naturaleza.

Desde tal perspectiva, como era esperable, esa "ciencia" demostró que la sociedad que desarrolló esa misma "ciencia" era la máxima expresión "racial" de la especie. El "éxito" del imperialismo europeo demostraba la lucha por la supervivencia entre los diversos grupos humanos y dejaba en claro cuáles "razas" eran biológicamente superiores. Lo cual, como fiel súbdito del Imperio Británico, constató Darwin: "las naciones civilizadas están suplantando a las naciones bárbaras en todas partes".

De ese modo, las teorías del autor, así como las de otros reputados investigadores de la época, como bien señala Sánchez, "pudieron contribuir de forma importante a la idealización social de la superioridad biológica de la raza caucásica y a la mistificación de los regímenes colonialistas como una gran obra civilizadora de las razas superiores, avocadas a un destino natural de progreso y de dominación en el combate mundial por la supervivencia".

Nunca ha de olvidarse que explícita e implícitamente toda ciencia se fundamenta, representa, reproduce y/o difunde algún tipo de ideología, valores y pre-juicios. Como cualquier patrón, institución, idea o artefacto de una sociedad dada, la ciencia responde inexorablemente a la cultura dónde se la desarrolla.

Ahora bien, se supone que lo bueno de la ciencia es que deja en evidencia a la "mala" ciencia... O, al menos, a la ideología, valores y pre-juicios en que se fundamenta esa "mala" ciencia y que cayeron en desuso.


CITAS EXTRAÍDAS DESDE:

- DARWIN, Charles. 2005. Darwin en Chile (1832-1835). Viaje de un naturalista alrededor del mundo. 4ta. edición. Editorial Universitaria. Santiago.

Los pobres son flojos




Si Ud. tiene conocimientos o estudios en alguna disciplina sociocultural, me comprenderá. Debe recordar las innumerables veces en que, con la más plena seguridad, alguien le dio cátedra gratis en temas en los cuáles Ud. hasta puede ser especialista.

Mientras más ignorancia más seguridad de esos eruditos improvisados, lo que incluso está estudiado: se le conoce como el “efecto Dunning-Kruger", el cual implica que "cuanto menos sabemos, más creemos saber”[1]. No se trata de clase social o de nivel de estudios. Los que podemos llamar especialistas de sobremesa, pueden ser un simpático familiar, un locuaz taxista, una caserita de la feria, un compañero de oficina o cualquier profesional universitario de alguna carrera más técnica que reflexiva.


Las redes sociales claramente han ayudado a dar más eco a los especialistas de sobremesa. Puntualmente en Chile se ha agravado el asunto con esta especie de destape de opiniones singulares que vivimos y que por su carácter sonrojarían a Darth Vader, Voldemort, Sauron o a cualquier presidente estadounidense. La ignorancia está siendo camuflada con ideología; sea el caso de los ne(gr)onazis, anarco-capitalistas, fundamentalistas religiosos o de los economistas ortodoxos o "científicos". Si mi ideología es la verdad y sostiene que las personas tienen cierta naturaleza o características… ¡pues las tienen y se acabó!

 

En tal contexto de ignorancia e ideologismo, más de alguna vez hemos escuchado la afirmación que le da título a esta columna: “los pobres son flojos”. Obviamente, de labios de personas que no tienen ni la más básica formación en disciplinas socioculturales serias y, por supuesto, tampoco han trabajado sistemáticamente en el ámbito de la pobreza… pero aún así son pobretólogos.

 

Quien esto escribe cree que “los pobres son flojos” es una afirmación que, además de clasista, ¡o por eso mismo!, denota la calaña intelectual y moral de quienes la sostienen. Es no saber nada de cómo funciona el sistema socioeconómico o sociopolítico y es no tener ni la más mínima capacidad de empatía o misericordia. Lo peor es que tampoco estaría entre los objetivos de los pobretólogos informarse o ser compasivos.

 

A pesar de saberse que los pobres trabajan y mucho, pues justamente sus carencias los empujan a ser laboriosos e ingeniosos para poder comer diariamente, aun así, intentemos seguir la lógica detrás de quienes están convencidos de que “los pobres son flojos”.

 

Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2017, en Chile más de tres millones y medio de personas son pobres multidimensionalmente[2]. Es decir, ellos tienen “múltiples carencias a nivel de los hogares y las personas en los ámbitos de la salud, la educación y el nivel de vida”[3]. Esa cifra de 3 millones y medio de pobres nos entrega el criterio para poder inducir acerca de aquellos, para poder “extraer un principio general o una conclusión a partir de hechos o datos particulares”. O sea, según tengamos una muestra estadística apropiada de pobres-flojos, podremos llegar a la conclusión verosímil de que en verdad “los pobres son flojos”.

 

El ejercicio entonces es especular a cuántos pobres conocerán los pobretólogos, para poder hablar con tanta propiedad de la flojera de esas más de 3 millones 500 mil personas que en Chile son pobres. Y, es más, especular cuántas de esas personas que conocen son flojas.

 

Creo que ya sería un número muy exagerado si esos pobretólogos conocieran 500 pobres; y además, de una manera tan cercana y detallada que pudieran emitir un juicio certero sobre sus costumbres y forma de pensar. Incluso, casi sin ninguna posibilidad estadística en todo caso, concedámosles que esas 500 personas fueran realmente flojas.

 

El punto es que 500 pobres-flojos, cerrando la cantidad total de pobres en Chile en 3 millones 500 mil para facilitar nuestro ejercicio, ¡son un 0,014285% del total! O sea, ni siquiera siendo generosos en cuanto a cifras, es posible hacer una inducción mínimamente aceptable respecto a la supuesta flojera de los pobres.

 

Si ya asumíamos la calidad moral de los pobretólogos, nuestro sencillo ejercicio ha dejado todavía más en evidencia la sospecha de su calaña intelectual. Su generalización es de una falta de fundamento que ofende la inteligencia.

 

Sería muy recomendable que los pobretólogos pensaran antes de hablar o escribir. Con mayor razón en la era de las redes sociales, donde su rostro y nombre quedarán en el ciberespacio para siempre, dejando eternamente en evidencia su miseria intelectual y moral. La inteligencia está lejos de ser sólo manejar información, asimismo es fundamental saber pensar; y ojalá complementar todo lo anterior con prudencia y misericordia.

 

Así que pobretólogos y especialistas de sobremesa en general, antes de comunicar al mundo sus peregrinas creencias acerca de cualquier tema sociocultural, les sugiero buscar en la red si hay trabajos académicos al respecto... y leerlos. Le aseguro que más de algún psicólogo, antropólogo, historiador o sociólogo ha estudiado el asunto.

 

Finalmente, me disculpo con Ud. querido lector por quitarle tiempo con una cuestión tan obvia. Sin embargo, le pido clemencia al recordar que estamos en tiempos cuyo eslogan perfectamente puede ser: “mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento”. Estas palabras las usó el escritor Isaac Asimov (Newsweek, enero 1980) para referirse al “culto a la ignorancia” o al “anti-intelectualismo” estadounidense… Lo que calza bastante bien en nuestro país, más cuando según Piñera ahora estamos en el corazón de Estados Unidos, ¿no?[4]

 


NOTAS:


[1] Dos artículos de difusión sencillos acerca del tema son: https://www.eldefinido.cl/actualidad/plazapublica/4620/El-curioso-efecto-Dunning-Kruger-cuanto-menos-sabemos-mas-creemos-saber/ y http://www.elmostrador.cl/vida-en-linea/2013/12/27/cuanto-mas-tontos-somos-mas-inteligentes-nos-creemos/.

 

[2] CASEN 2017. “Situación de pobreza. Síntesis de Resultados”.

 

[3] “¿Qué es el Índice de Pobreza Multidimensional?”.

 

[4] “Chile está en el corazón de EEUU”: la explicación de Piñera para la curiosa bandera que mostró a Trump”, www.elmostador.cl, 28.09.18




* Publicado en El Clarín de Chile, 30.09.18.

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